¿Habéis pensado alguna vez en hacer un cambio en el diseño de vuestra página web?
Muchas veces no queremos invertir en crear una web nueva porque pensamos que no va a dar resultados, pero realmente es lo necesario para no estar modificando tu antigüa web y aún así siga sin estar al día en cuanto a diseño y sobretodo rendimiento.
Quizás vuestra competencia esté vendiendo por internet y tú no, o está mejor posicionada que la vuestra ¿Por qué ocurre esto? Porque tu web no está optimizada para los distintos dispositivos que hay, no está bien estructurada, no permite realizar ciertas optimizaciones técnicas porque está obsoleta, etc.
Para ello, queremos que leas las razones por las cuáles tu sitio web está pidiendo que realices un cambio urgentemente. Si tu web le pasa alguna de ellas, es hora de renovarse.
1. No se adapta a los dispositivos móviles
Esto pasa con muchas webs antiguas, y es un claro detonante para decidir realizar el rediseño.
El mayor porcentaje de visitas a las páginas web se realiza a través del móvil, ¿quién no tiene el móvil a mano en cualquier momento? Si tu diseño no está adaptado para navegar adecuadamente en él perderás clientes potenciales, ventas y dinero. Por tanto, tu web tiene que visualizarse bien tanto en ordenador como en dispositivos móviles.
Por tanto, es vital que al crear el rediseño de la página web tengamos este punto como preferente por encima de todos.
2. Los usuarios se pierden al navegar
Aunque no os lo creáis, muchos usuarios no compran a través de las webs por falta de usabilidad. Esto se refiere a la facilidad con que las personas pueden utilizar tu web.
Si tu página web no está bien estructurada y al entrar en ella no encuentran lo que buscan, el usuario cerrará la pestaña y se irá a otra web. Por ejemplo, si entras en una web de venta online de productos para mascotas, y al navegar por ella, por más que intentas buscar collar para perros no sale absolutamente nada, abandonarás dicha web y visualizarás otra.
Debemos de tener un diseño web centrado en el usuario, y siempre deberemos de realizar el rediseño teniendo en cuenta sus necesidades.
No solo se trata de diseñar la web para que sea bonita (que también), debemos de entender qué quiere ver el usuario, y ponérselo fácil a la hora de navegar con ella para que no abandone nuestro sitio.
3. Página web obsoleta y con un diseño desactualizado
La web de una empresa es la imagen del negocio, es el núcleo de la comunicación online. Tiene que dar una sensación de actualidad, de estar a la moda. Y aunque el diseño no lo es todo, es un factor muy importante en la toma de decisión del usuario, ya que si no tiene una apariencia atractiva, los usuarios no entrarán a ella, o entrarán y acto seguido saldrán.
Y sobretodo, más importante es que la web funcione correctamente y no se haya quedado nada obsoleto por no llevar un correcto mantenimiento.
4. Estructura poco comunicativa
Cuántas veces habremos llegado a un sitio en internet y tiene un menú muy lioso, que no sabemos ni dónde pulsar.
El diseño es acorde al público, moderno, novedoso, pero sin embargo, no tiene una arquitectura web optimizada ni coherente con el negocio.
Pero esto no sirve solo de cara a la experiencia de usuario, sirve también de cara a Google y otros buscadores.
Es importante realizar un análisis de la estructura que va a tener la web para poderla posicionar más adelante.
5. Web lenta y que tarda en visualizarse
Una web no debe de tardar más de 3-4 segundos en cargar, y ya son demasiados. Lo correcto es que tarde menos de 1 segundo. Si tenemos una web que tarda en cargar más de este tiempo, serán muchos los usuarios que por falta de paciencia se irán sin esperar a que se abra la página.
Y ya no solo eso, Google tardará más en rastrear la web, y este factor afectará negativamente al posicionamiento SEO.
Ahora bien, ¿cómo sabemos si una página web carga rápida o lenta?
Existen varias herramientas online que pueden hacer este trabajo. Una de ellas es «Pingdom Tools», donde podemos ver exactamente el número de segundos de velocidad de carga que tiene nuestra web, y cuál es el factor que está ralentizando esta carga.
Muchas de las webs creadas hace años se diseñaron teniendo como referencia Internet Explorer, ya en desuso por la mayoría de usuarios. Es por eso que no se ven bien en otros navegadores como Chrome, Firefox, Safari o Opera.
Actualmente es absolutamente necesario que tu web se visualice correctamente en todos los navegadores que existen en el mercado para poder llegar al 100% de los usuarios de Internet. O almenos en aquellos en los que el usuario navegue más como Google Chrome, Safari e Firefox.
Desde Google Analytics, en los apartados de Audiencia > Tecnología > Navegador y S.O., podemos ver los resultados de los usuarios que están navegando en los distintos navegadores, para así hacernos una idea de por qué canal ven más nuestro sitio.
Si en alguno de ellos la web no funciona bien, hay que arreglarlo, por lo que debemos de estar comprobando este tipo de aspectos constantemente y probar a meternos en nuestra web desde ese mismo navegador y misma versión para comprobar qué está sucediendo.
7. Ha habido un cambio en el objetivo de negocio
El rediseño de páginas web no necesariamente debe de ser por un fallo o porque se haya quedado obsoleto, sino también por un cambio en la empresa.
La estrategia de marketing de un negocio es fluido y siempre cambia según las necesidades y objetivos. Es muy probable que el propósito principal de una empresa cambie a lo largo del tiempo.
A lo mejor el producto se enfoca a un nuevo público, o aparecen nuevos servicios o productos que no estaban planteados, o se hace hincapié en el servicio de atención al cliente, etc.
Cuando esto ocurre, si vemos que la web no va de la mano del nuevo enfoque de marketing, deberemos rediseñarla para que se adapte a los cambios. Si no lo hacemos, nunca conseguiremos cumplir con los objetivos marcados.
8. La web está construida con herramientas obsoletas
Muchas veces los códigos de programación, gestores de contenidos (CMS) o herramientas de construcción se quedan desactualizados. En estos tipos de web habrá fallos en su funcionalidad, lentitud al cargar, efectos visuales anticuados, códigos actualmente erróneos y errores que perjudican su posicionamiento en los buscadores.
Puede incluso que nuestra web sea vulnerable de tener un hackeo porque utilicemos herramientas de terceros que lleven sin actualizarse años.
Todo esto debería hacernos pensar que se necesita una nueva construcción de página web o un rediseño.
¿Debo cambiar mi página web y realizar un rediseño?
Si leyendo alguno de todos estos puntos te sientes identificado, te podemos decir que es el momento de rediseñar tu página web
Una página web es una inversión en cualquier negocio de cara a su audiencia, por lo que siempre debemos de tener en mente realizar rediseños cada cierto tiempo.
¿Crees que tu web está fallando en alguno de estos aspectos?
Si necesitas a alguien que te guíe y te ayude en el proceso del rediseño de tu página web, puedes solicitar un presupuesto a través de este formulario:
Una web es una parte importante en nuestro plan de marketing digital, y la base en la que construir nuestras estrategias.
Si la base falla, el resto no funcionará como estamos esperando.
Fuente: www.begoromero.com